Para el Dr. Marqués (2008), la «sociedad de la información», modelada por el avance científico y la voluntad de globalización económica y cultural, tiene entre sus principales rasgos una extraordinaria penetración en todos los ámbitos de los medios de comunicación, el internet y las redes de comunicación. En ella, la información es cada vez más audiovisual, multimedia e hipertextual. Se almacena, procesa y transporta sobre todo en formato digital. Continúa asegurando que, en este es nuevo contexto y donde los continuos cambios se imponen en todos los órdenes de nuestra vida por los rápidos avances científicos y la nueva «economía global». Por lo tanto, los ciudadanos nos vemos obligados a adquirir unas nuevas competencias personales, sociales y profesionales que, aunque en gran medida siempre han sido necesarias, hoy en día resultan imprescindibles.
¿Cómo desarrollas todas estás competencias que resultan impresindibles?
La mayoría de las personas, en su ámbito laboral, trabajan junto a otras, ya sea en proyectos, en un mismo espacio, en un mismo equipo o interactúan entre sí para brindar un producto o un servicio. El rápido desarrollo de las tecnologías digitales han cedido el paso a una serie de modificaciones en la forma de observar, interpretar y solucionar las situaciones. La primera, es poner en el centro de cualquier cambio a la Persona como ser Humano, sus necesidades reales y el potencial de cada miembro del equipo; otra modificación, imprescindible, es la formación a lo largo de la vida. Junto con ello, la educación basada en competencias. Estas transformaciones toman un lugar especial como ingredientes unificadores y estabilizadores en cada proceso.
En el término aprendizaje o formación a lo largo de la vida, la OCDE (2005) considera todos los aspectos de la educación de los adultos. Así como las actividades formativas que estos llevan a cabo. Esta, puede relacionarse con la consecución de un empleo, con la necesidad de adquirir competencias básicas o de reciclaje o puede responder a preocupaciones sociales y cívicas. Ha sido abordado por distintos autores, pedagogos, psicólogos y profesionales reconocidos en la materia educativa; el aprendizaje es un fenómeno fundamentalmente social, reflejo de nuestra propia naturaleza como seres humanos. Por lo tanto, nuestra propia capacidad de comprometernos de forma activa debiera ser consecución de abordar el propio conocimiento y otorgarle significado a partir de nuestra experiencia.
¿Qué son las comunidades de práctica?
La propuesta del aprendizaje en comunidad, se expresa y promueve gracias a la afiliación al grupo; desarrollando el significado que se le da a los conocimientos y habilidades adquiridas por medio de la experiencia y la práctica. A partir de la construcción de la afiliación, la identidad del grupo se consolida durante el proceso propio. Wenger (2001), afirma que las comunidades de práctica están en todas partes, todos pertenecemos a comunidades de práctica. Para Wenger, McDermontt y Snyder (2002) “una comunidad de práctica es un grupo de personas que se reúnen para compartir la preocupación por algunos problemas, o la pasión por un tópico, y quienes profundizan sus conocimientos y experiencias en esta área mediante interacciones en forma permanente”.
¿Las comunidades de práctica entienden las necesidades de sus miembros?
Centrar las propuestas formativas en las necesidades de la comunidad, respetando su individualidad y características específicas significa que la comunidad trabaja activamente en el diseño de soluciones para comprender desde la raíz sus necesidades y ser capaces de brindar alternativas innovadoras. IDEO.ogr propone una herramienta que mantiene la vida y deseos de las personas en el centro, siendo el sector social el enfoque de su propuesta, promueven activamente el siguiente postulado:
“Mientras permanezca basado en lo que ha aprendido de las personas, su equipo puede llegar a las nuevas soluciones que el mundo necesita. Y con esta Guía de campo, ahora está armado con las herramientas necesarias para hacer realidad esa creencia”. Continúan afirmando – “Somos optimistas y creadores, experimentadores y aprendices, empatizamos e iteramos, y buscamos inspiración en lugares inesperados. Creemos que existe una solución y que si nos concentramos en las personas para las que diseñamos y hacemos las preguntas adecuadas, lo lograremos juntos. Soñamos muchas ideas, algunas que funcionan y otras que no”. – IDEO.org.
La construcción de arquitecturas de aprendizaje,
debe considerar factores que dan forma a la comunidad y tomar en consideración sus propias necesidades y recursos; además, tomar en cuenta las dimensiones que se requieren para construir hábitats digitales que alberguen e integren las herramientas de interoperabilidad precisas. El escenario apropiado para una comunidad de práctica / aprendizaje que este mediado por tecnología y que ponga en el centro al Ser Humano, deberá contemplar cual es la contribución de cada plataforma y/o herramienta digital que se integra, sus funcionalidades y el entendimiento tanto del grupo como de los individuos que conforman a la comunidad. Las nuevas generaciones de herramientas que permiten transitar por el amplio camino de lo híbrido deben combinarse de forma exitosa para resignificar los conceptos de innovación educativa y de participación en modelos y estructuras que ofrezcan nuevas posibilidades.
La tecnología y el aprendizaje en comunidad.
El significado que adquiere la tecnología dentro de una comunidad debe de ser transformador para la misma, crear balance entre los miembros y la tecnología, de ser dinámico y oportuno. Mantener los objetivos y las perspectivas claras y a la vista evitan o minimizan por lo menos los riesgos de dispersión de los talentos, deben prevenir y sortear la fragmentación y desconexión de los intereses de la comunidad como grupo y eje de todo e incorporar las necesidades de cada miembro por separado. Construir un hábitat digital en un contexto determinado, que desarrolle habilidades y estimule el conocimiento individual y colectivo es una tarea compleja, con una múltiple opción de rutas a seguir, y distintas orientaciones que deben ser identificadas, evaluadas y resueltas oportunamente desde el diseño, previniendo de esta forma arquitecturas débiles desde sus cimientos.
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Para saber más:
- Marqués, G., P. (2008). Nueva Cultura, Nuevas Competencias para los Ciudadanos. La Alfabetización Digital. Roles de los Estudiantes Hoy. Departamento de Pedagogía Aplicada, Facultad de Educación, UAB.
- OCDE. (2005). Educación para adultos. Más allá de la retórica. (Primera.). México: Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
- Wenger, E., (2001) Comunidades De Práctica. Aprendizaje Significado e Identidad. México: Paidós Ibérica.
- Wenger, E., White, N., y Smith, J. (2009). Digital Habitats. Stewarding technology for communities. Estados Unidos de América, Portland Or.: Cpsquare.
- IDEO.ORG. The Field Guide to Human – Centered Design, 2015. Recuperado de: www.ideo.com
- Foto de Priscilla Du Preez accesade en Unsplash