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A veces estamos demasiado dispuestos a creer que el presente es el único estado posible de las cosas.

Marcel Proust

Para visualizar un panorama sobre los distintos escenarios que podemos crear hoy en el aprendizaje y/o formación es imprescindible tener una idea clara sobre los avances tecnológicos, las metodologías didácticas y las tendencias educativas respecto a los diferentes perfiles de los aprendices, entre otros conceptos. Pero sobre todo, es necesario tener claro cual es el objetivo de cada iniciativa que pongamos en marcha independientemente de la edad o público con el que trabajemos. No podemos dejar de observar en cada actividad que se lleva a cabo, desde el análisis hasta la evaluación, que es lo que se desea obtener como respuesta.

“La tecnología aplicada a la educación, es un conjunto de teorías y técnicas que permiten ofrecer un proceso mediante el cual se pueden operar herramientas, cambiar o manipular un ambiente de aprendizaje».

(Burgos Aguilar, J.B. 2007)”.

Sin embargo, el autor lleva a cabo una profunda reflexión sobre el empleo de dicha tecnología o conjunto de ellas. Asegurando que, para emplear algún recurso digital hay que reconocer cuál es el valor que aporta su incorporación en el proceso. Si no identificamos los beneficios y ventajas de sumar o introducir una herramienta no podrá generarse una mejora. La alineación de la incorporación de tecnología al modelo de formación debe llevarse a cabo mediante una efectiva planeación estratégica. 

Introducir tecnología en los procesos de formación nos permite diseñar y poner en funcionamiento hábitos digitales. Los cuales estás sustentados por una serie de elementos y herramientas que se integran entre sí para que la comunidad a la que está dirigido el contenido enfoque sus esfuerzos en desarrollar habilidades. Aprender en comunidad es un elemento central.

 

Etienne Wenger afirma:

“Hemos visto que el aprendizaje es una parte integral de la vida. En ocasiones puede demandar un gran esfuerzo, y otras veces no tenemos una meta en concreto. Pero siempre involucra quienes somos, que hacemos, con quien o quienes buscamos conectar, y que es lo que aspiramos a ser”.

(Wenger, E; White, N; Smith, D. 2009).

Inclusión de la tecnología en el aprendizaje en comunidad.

El aprendizaje en comunidad, nos proporciona una invaluable perspectiva de los aspectos que valoramos en nuestras vidas. Esto implica que el uso de la tecnología proporcione un significado verdadero y que contribuya de forma positiva en la formación de comunidades que crezcan juntas. Las interacciones deberán tener la habilidad de transformar la experiencia de los aprendices y que ellos mismos sean quienes hagan que el proceso sea dinámico y emocionante.

Si miramos hacia atrás, nos podemos dar cuenta de lo que hemos avanzado en el desarrollo de comunidades digitales de aprendizaje. De la interpretación de la web 1.0 a lo que hoy tenemos, entre la web 4.0 y 5.0 hay un abismo. Lo que no hemos alcanzado de poner a la par es el uso o integración de todas las herramientas disponibles para hacer de la formación en linea una herramienta humanizada, con la que podamos convivir cotidianamente sin sentir que es una carga. 

El hábitat digital para el aprendizaje en comunidad.

Humanizar el aprendizaje es, a grandes rasgos:

  • Tomar en cuenta las necesidades e intereses de los aprendices.
  • Estar atentos a las características que hacen de cada uno de nosotros un “individuo”, y no un grupo de personas homogéneas entre si.

La actitud, perfil, expectativas, necesidades de cada alumno enriquece constantemente la práctica que llevemos a cabo. Y, en ocasiones, es difícil identificar por medios digitales, pero sin embargo existen las herramientas para trabajar en ello. 

Por lo que, planear estratégicamente un curso, taller o capacitación virtual, requiere un conocimiento profundo de los individuos, experiencia en el desarrollo de programas de formación o capacitación, conocimiento de tema con el que trabajemos, y adicionalmente conocimiento en las tecnologías a las que tenemos acceso para incorporar solo lo necesario, y en la justa medida. Diseñar y poner en funcionamiento un hábitat digital capaz de estimular el aprendizaje entre la comunidad a la que nos dirigimos es posible, solo es necesario un equipo multidisciplinario con alto grado de compromiso. Un equipo preparado para establecer las relaciones e interconexiones entre las herramientas digitales a nuestro alcance para que la participación de cada individuo sea parte importante del grupo con el que participa. 

Una de las claves para el aprendizaje virtual está en facilitar el aprendizaje colaborativo, en crear redes, en apoyar al alumno para transitar en un camino de autorealización y en el que el aprendizaje autónomo, acompañado por su comunidad y guiado por un tutor, resulte estimulante y a la vez observe resultados. Consideramos que hemos aprendido cuándo observamos un cambio, de otra forma estamos acumulando conocimientos, valiosos sin duda, pero que no dan por si solos resultados o cambios en nuestra vida. 

¡Queremos escucharte!

Escríbenos a: contacto@poliedrolab.com.mx

Para saber más:

  • Wenger Etienne; White Nancy; Smith John. Digital Habitats. Stewarding technology for communities. 2009.
  • Lozano Armando; Burgos José Vladimir. Tecnología Educativa. Un modelo de educación a distancia centrado en la persona. 2007. Editorial Limusa.
  • Foto deDavid Travis accesible en Unsplash.

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