Aclarar los conceptos nos sirve como punto de partida para trazar, en cada organización, la ruta que mejor responda a nuestras propias necesidades y recursos, no solo los económicos, sino los recursos humanos, que son los mas importantes.
Un parónimo es, para la Real Academia Española, un par de palabras que tienen entre sí una relación o semejanza, sea por su etimología o solamente por su forma o sonido. Estas palabras, aunque similares tienen significados distintos y usualmente no relacionados. Es el caso de “adoptar y adaptar”. La primera, hace referencia a “adopción”, mientras que para la segunda es “acomodo o acomodar”. Aclarar los conceptos, nos sirve como punto de partida, para trazar en cada organización la ruta que mejor responda a nuestras propias necesidades y recursos. No solo los económicos, sino los recursos humanos, que son los más importantes.
¿Adoptar o adaptar?
Para decidir si en nuestra organización deseamos adoptar o adaptar tecnología y cual es la mejor ruta para ello, es importante evaluar dos cosas. La primera, tiene que ver con las necesidades de la empresa y los objetivos estratégicos que fueron marcados. La segunda, con los recursos con los que contamos, iniciando con la madurez que tiene nuestro equipo de colaboradores en el uso y aplicación de dicha tecnología.
Adoptar y adaptar tecnología requiere un esfuerzo por parte de quienes estén involucrados en todo el proceso. Esto es, con que habilidades digitales cuentan y cuál es la brecha que sería necesaria transitar, si es el caso. La decisión que se tome, deberá ser lo más beneficiosa posible observando resultados alcanzables y medibles entre los equipos de trabajo que la conforman, y claro con el menor esfuerzo. La relación costo-beneficio deberá ser óptima.
Diferencias entre adoptar y adaptar la tecnología
Si hablamos de “adoptar” la tecnología, estamos refiriéndonos a hacer propia una determinada tecnología de forma que ayude a solucionar un problema o mejorar una situación definida. Pero, respetando la propuesta inicial. Por ejemplo: es hablar de que en nuestra empresa se adoptó la tecnología japonesa o de cualquier marca o lugar. O decir que, adoptamos el sistema de comunicación digital de tal compañía.
En cambio, el plantearmos “adaptar” tecnología es pensar en transformar, de acuerdo a las necesidades propias ya sea funcionales u operativas, un determinado sistema digital, producto tecnológico o servicio en general. Contemplando también, los recursos con los que contamos. Es atender las propias necesidades, objetivos y metas utilizando de la manera más conveniente para nosotros dicho producto o productos.
Ciertamente, al hacer referencia a tecnología debemos entender que empezar desde cero no es la ruta mas adecuada. Para ello, existen y se desarrollan continuamente soluciones a una innumerable lista de situaciones problemáticas o no, imaginadas e inimaginadas, opciones que encontraremos en el mercado. Sin embargo, adoptar y adaptar cada recurso tiene un costo. Uno de los más importantes, es respetar lo que tiene que ver con el aprendizaje de nuestros equipos de colaboradores.
Curva de adopción de tecnología y las competencias digitales.
La denominada curva de adopción de tecnología, está definida por dos lineas: tiempo y nivel de dominio. Mientras que, para hablar de adaptar la tecnología, suponemos que el nivel de dominio del miembro del equipo que menos habilidades digitales tenga o en menor nivel, es quien determina el dominio del equipo. Para adaptar una tecnología, debemos antes asegurarnos que cada uno de quienes conforman nuestro equipo domine con un nivel superior o de aplicación las competencias digitales.
El grado de madurez de la organización, el nivel de dominio de las competencias digitales apropiadas, así como el tiempo con el que contamos para la implementación, juegan los roles estrella en esta decisión. No podemos adaptar ni adoptar nada sin comprender exactamente que es lo que necesitamos, para que lo necesitamos, el cómo lo requerimos, y con cuales recursos contamos.
Oferta y demanda de habilidades digitales.
Existe un elevado consenso de que hay una brecha entre la demanda de habilidades del mercado de trabajo y las competencias y conocimientos que tienen quienes buscan un empleo. Debemos fortalecer el vínculo existente entre la identificación de las habilidades demandadas y la oferta de educación y formación. Así adaptarla a la demanda de habilidades actual y futura en cada empresa. La importancia que ha tenido este tema a nivel mundial responde a que mejorar el vínculo entre habilidades requeridas y capacitación favorece a muchos actores:
- Claramente, a las empresas que tienen dificultades para encontrar en el mercado de trabajo las competencias que necesitan.
- A los trabajadores en actividad o desocupados.
- También a los jóvenes que buscan insertarse en el mercado de trabajo.
- Y obviamente, al conjunto de la sociedad a partir del buen funcionamiento de la economía y el mercado de trabajo
Mejorando con ello el nivel de vida de la comunidad. Pero la decisión es solamente de cada organización, no hay una ley que avale o estimule estas decisiones, tampoco un manual o ruta que asegure el éxito.
De acuerdo a la firma DELOITE,
Las organizaciones de todo el mundo siguen invirtiendo considerablemente en nueva adopción de nueva tecnología. “Si se implantan correctamente, estas soluciones tecnológicas tienen el potencial de transformar en profundidad la forma en que las empresas hacen negocios y su modo de dirigir a las personas para lograr generar valor con su actividad.
Además, aseguran: «Las implantaciones que tienen éxito son aquellas que cuentan con las capacidades de liderazgo, las relaciones y las estructuras necesarias para promover la adopción y utilización, y en las que las tácticas y actividades del cambio se adaptan para adecuarse a las necesidades específicas de la organización o de los grupos de interés.”
Adaptar la tecnología requiere un mayor esfuezo.
La adaptación de la tecnología es mucho más compleja y profunda, para ello el desarrollo de habilidades digitales requerido es mucho mayor, problema que es hoy grave, tan solo un informe parlamentario de Gran Bretaña indicó que 23% de la población, es decir 12,6 millones de personas carecían de conocimientos digitales básicos que son requeridos en el 90% de los empleos. Adicionalmente, otros países informaron de escasez en trabajadores especializados en tecnología de la información y en procesamiento de datos, por ejemplo Francia prevé una escasez de 80.000 especialistas en estas áreas en los próximos años, según datos de CEPAL.
El tema de las habilidades digitales, tiene relación al rol o tarea asignada a cada miembro del equipo en el proceso productivo. En las nuevas generaciones que conforman la sociedad, estas habilidades han tenido un crecimiento sostenido, llevando a una sofisticación en su definición y apuntando a una mayor precisión en las funciones de cada puesto de trabajo, estas generaciones están ya inciertas en el mercado laboral y nos han obligado a todos a aprender a su ritmo, por ello no es difícil encontrar compañías con un alto nivel de desarrollo de competencias digitales en sus equipos, que saben identificar rápidamente que se necesita y como utilizarlo.
Los impactos reales de la actual transformación sobre el empleo se podrían sintetizar en tres preguntas:
1) ¿cuántos empleos existirán ahora y en el futuro?,
2) ¿qué habilidades se necesitan ahora y en el futuro? y
3) ¿Qué capacitación y formación se requiere para dotar a los individuos de las habilidades requeridas, ahora y en el futuro? (van Breugel, 2017, citado por CEPAL, 2020).
Responder como organización cada una de ellas nos dará no la respuesta a que debemos hacer. Pero si, una guía mucho mejor planteada para tomar la decisión que mejor responda a los objetivos que nos hemos planteado.
¡Queremos escucharte!
Escríbenos a: contacto@poliedrolab.com.mx
Para saber más puedes consultar:
- https://www2.deloitte.com/es/es/pages/human-capital/solutions/adopcion-tecnologica.html
- https://www.redalyc.org/pdf/4777/477748626003.pdf
- https://www.cepal.org/es/publicaciones/45902-cambio-tecnologico-adaptacion-la-oferta-educativa-la-nueva-demanda-habilidades
- Foto de Robin Pierre en Unsplash