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“Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer y escribir, sino aquellos que no sepan aprender, desaprender y volver a aprender”. 

Alvin Toffler

Diariamente nos encontramos ante un mar infinito de ideas, datos, información que se actualiza instantáneamente. Es difícil decidir cual referencia o datos son relevantes para cada uno de nosotros y cual es solo un dato más que no tiene valor para nuestras actividades. Buscar algo en internet, es enfrentarte con cientos de opciones para hacer lo mismo. En algunos casos, solo se modifican las palabras, la secuencia de ellas o el formato. Estamos expuestos a una sobrecarga de información en todas las áreas de nuestra vida. 

Sin embargo, tener acceso a una mayor cantidad de información no nos hace más inteligentes, y menos más sabios. Tal vez, nos aleja de estos conceptos cuando no sabemos qué hacer con dicha información; si no somos capaces de transformar en conocimiento y en oportunidades reales, de nada sirve. Estamos agotando nuestra mente y nuestro sistema sin obtener resultados. 

aprendizaje justo a tiempo

Las teorías clásicas de Administración Total de la calidad, TQM, nos aportan significativos conceptos.

Hace pocos días, encontré un concepto que me cuesta calificar de innovador. Pero, que si observamos nuevamente el sentido lo veo completamente nuevo, un enfoque que no hubiera imaginado, pero me resulta igualmente interesante. En décadas pasadas, concretamente entre los 80’s y 90’s, las teorías de calidad aplicadas a las empresas de manufactura tuvieron un auge significativo. Desde Crosby con el concepto de Cero Defectos, hasta Deming incorporando el ciclo de PDCA (Plan – Do – Check – Act) o PHVA (Planificar – Hacer – Verificar – Actuar) en español, sin pasar por alto el concepto de TQM o Administración de Calidad Total. Que tanto influyeron en mi generación y que seguimos observando en tantas industrias, sin importar que dichos conceptos hayan encontrado sus inicios en la industria automotriz.

La empresa japonesa Toyota incorpora  desde los años 50’s un sistema propio denominado “Toyota Production System”. Que se fue perfeccionando hasta lo que hoy conocemos y utilizamos como el sistema JIT, o Just in Time, Justo a Tiempo en Español. Y el que, a grandes rasgos, es una metodología cuyo objetivo está dirigido a contar solamente con el material necesario para hacer el producto en un momento determinado, eliminando desperdicio o elementos que no aporten valor al mismo. 

Y es de este concepto de Just in Time, del que parte el concepto que encuentro valioso y significativo en nuestros tiempos. “Información Just in Time”, buscando solamente la información que se requiere en un momento determinado. Concentrar cada esfuerzo que se lleva a cabo en definir cual es aquella información valiosa para la toma de decisiones específica, entenderla y aplicarla. Llevar el enfoque a responder o resolver una sola cosa a la vez. 

¿Cómo entender el aprendizaje Just In Time?

Buscar y obtener información que se requiere, en el momento que se necesita y abandonar la idea de “acaparar” o “recopilar” datos para “después”. Cuántos no tenemos acumulados una serie de tableros en Pinterest, o guardados un sin fin de artículos “interesantes” para cuando se “necesiten” o para cuando “tenga tiempo”.  Que dicho sea de paso, no está del todo mal, y no se trata de eliminar todo de nuestros archivos.

Acumular ideas, recortes, datos o información en general, es útil siempre y cuando sepamos para que la queremos. Tomemos en cuenta la época en la que fue generada esa información y seamos capaces de vincular dicho concepto o idea a nuestras propias necesidades, para crear algo nuevo, distinto, como lo es este enfoque de la “información justo a tiempo”. 

Tener la capacidad de vincular ideas y conocimientos aparentemente distintos, de ámbitos probablemente opuestos, es una gran apuesta. Es encontrar de entre lo ya creado o exitoso nuevos enfoques. En palabras del novelista y crítico francés Marcel Proust “El único verdadero viaje de descubrimiento consiste no en buscar nuevos paisajes, sino en mirar con nuevos ojos”.  Es una de las herramientas de las que se vale la creatividad para detonar nuevas ideas, nuevas formas de hacer las cosas, vincular ideas aparentemente opuestas. Y este vinculo entre la administración de la calidad, particularmente interesante para ingenieros en producción o calidad, estadistas, y directores de plantas del sector productivo, es una metodología que podemos llevar más allá y encontrar la medida justa de aplicación para cada uno de nosotros. 

La esencia de las teorías de calidad.

Lo que cada teoría y metodología de calidad promueven desde su origen es determinar lo que realmente se necesita, en qué momento se requiere y en qué medida. Buscan eliminar duplicidad de tareas, excesos o requerimientos injustificados o que no aportan nada a la productividad, eliminar desperdicios y ser eficientes en el manejo de los recursos como son el tiempo, el dinero y el espacio; fortaleciendo cada parte del proceso que llevan a cabo. Y me pregunto:

  • ¿acaso no es lo mismo que cada uno de nosotros busca con lo que adquirimos día a día como lo es la información y el conocimiento?
  • ¿acaso no buscamos que con los datos que consumimos deberemos ser más eficientes en nuestra toma de decisiones y obtener mejores resultados? 

La polémica del aprendizaje Just In Time y todo eso que aprendí y aun no uso.

Hablar de un Aprendizaje Just In Time es sin lugar a dudas abrir un debate, es abrir la puerta a evaluar por ejemplo ¿para qué me sirvieron las lecciones de química inorgánica si jamás las he utilizado? O para qué fue que me obligaron a resolver ecuaciones de cálculo diferencial o integral, que en algún momento me parecieron tan interesantes y que al día de hoy, en mi trabajo, no les he encontrado uso. Y pretendo abrir una queja sobre para qué fue eso, ya que defiendo que es la forma en la que supimos que nos interesa y que no era para cada uno de nosotros para dedicar nuestra vida a ello, estoy segura que aunque no las veamos crearon sinapsis que apoyan nuestras decisiones mas sencillas.

Quisiera llevar el enfoque a lo que hoy como adultos consumimos, a lo que hoy decidimos que es importante para nuestra vida diaria, a lo que hoy es útil y a lo que dejó hace tiempo de ser valioso, a hacer una limpieza de conceptos tal vez obsoletos, o cuyos fundamentos dejaron hace tiempo de tener validez o relevancia, y enfocarnos en lo que justo en este momento nos hace falta para avanzar. Consumir información “justo a tiempo”, y definir el “aprendizaje just in time» que requerimos cada uno para simplificar, resolver, construir, aquello que es valioso, aquello que aporta valor a la compañía con la que trabajamos, aquello que será importante en la medida que lo pongamos en práctica. 

¡Queremos escucharte!

Escríbenos a: contacto@poliedrolab.com.mx

Para saber más: 

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