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La ceguera de taller puede acabar con tus sueños, aunque seas la persona más inteligente y talentosa del mundo. Porque, es una enfermedad que viene desde dentro, de lo más profundo de tu ser. Es posible, que además parezca que estás haciendo lo que en verdad es correcto. Eso es lo complejo del tema, el darte cuenta que aquello que alguna vez te sirvió para resolver una situación, podría no ser lo adecuado en el evento presente. Por eso, se vuelve el peor enemigo para lograr tus metas.

Lo primero para acabar con la ceguera de taller, es identificarla.

La ceguera de taller es cuando dejamos de ver las cosas obvias de nuestro día a día, como consecuencia de estar trabajando sistemáticamente en ellas. Es decir, cuando nos formamos en la fila para ser atendidos por un encargado de darnos el servicio que esperamos de nuestro proveedor de confianza. Pero, ésta persona ‘no entiende’ lo que estamos tratando de decirle, aún cuando para nosotros parece del todo obvio.

También, se manifiesta cuando estamos siendo atendidos por un servicio estandarizado y nuestro caso es ligeramente diferente. Por ejemplo, cuando a mitad de un trámite se corta la llamada telefónica. El caso no es idéntico al que por primera vez quiere resolver algo como lo que tu esperas, pero tampoco estás en la siguiente etapa de la reclamación. Estás en un punto entre los dos, pero como eso no es lo común, la persona encargada en atenderte le cuesta más trabajo para empatizar contigo.

Identifica tu ceguera de taller, a veces también puedes optar por preguntarle a alguien de tu confianza o un profesional.

Revisemos los aspectos de tu vida donde la ceguera de taller pudiera estar afectándote.

La verdad es que pudiera estar causándote problemas en todos los aspectos de tu vida. Porque, la ceguera de taller puede terminar siendo un hábito. A muchos de nosotros, nos causa mayor comodidad seguir haciendo cosas de la misma manera por el mayor tiempo posible. De cierta forma, ésto es algo esperable en el ambiente de los negocios. La estandarización de los productos y los servicios, se basa en éste principio, ¿pero cuándo es demasiado?

La respuesta, es cuando dejas de ver lo que es obvio para otros, el problema es que eso es precisamente la ceguera de taller. Por lo tanto, no lo podrás ver. Entonces, no deberías de preocuparte, es posible que en cualquier ámbito de tu vida personal y profesional haya puntos que deben de cambiarse. Así que es tiempo de preguntarte, ¿Cuáles son las cosas que no están funcionando correctamente en mi vida? Haz una lista.

Este enemigo no solo ataca al equipo, también a los líderes (sobre todo a ellos).

El primer, y último responsable de que las cosas vayan por el mejor camino, es la líder de cada una de las organizaciones. Es por eso, que ella debe (Babin & Willink, 2018) “estar suficientemente cerca de su equipo, pero no tanto como para que uno se vuelva más importante que otro, o que el equipo; no tan cercano como para olvidar quien está a cargo”. Entonces, la líder no puede perder la visión total del objetivo ni del equipo, de otro modo, se pierde en los detalles.

Muchos líderes, se alejan fácilmente del objetivo, intentando construir el camino. Se enfocan en los detalles: si los encargados de la maquinaria la limpiaron, o si cada uno de los ladrillos se colocaron en el orden indicado. Debe haber alguien a cargo de cada cosa, y cada una de éstas son importantes, por eso están ahí. Pero, después de verificar el cumplimiento de forma general, las personas que se encuentran en roles de liderazgo deben cuestionarse si están haciendo lo correcto, cada vez.

Establece una forma de trabajo que se enfoque a limitar las afectaciones de la ceguera de taller en tu vida.

Desde tu punto de vista, el que cada uno de nosotros tenemos en nuestra propia vida, es importante abordar el tema de cómo limitar la ceguera del taller. Dicho de otro modo:

  • ¿Cómo evitar que me sumerja en los detalles?

  • ¿Cómo evitar caer en la trampa de la micro administración?

  • ¿Cómo evitar perder el rumbo con el día a día?

Pues el mejor hábito que puedes tener para contrarrestar la ceguera de taller, es acostumbrarte a planear y revisar lo planeado. Crear metas SMART y un plan de trabajo que te asegure la visibilidad que requieres tener a cada paso que das. Hay muchos temas en la agenda de la líder, pero es éste el más importante de todos ellos.

(Covey, 1994)“Un líder debe garantizar que todo lo que se requiere hacer se haga, en el momento correcto y por las razones correctas.”

Se rigurosa en apegarte a la forma de trabajo que has definido.

El apartado anterior, te dio la oportunidad de dibujar un mapa para llegar a tu destino. Y la forma de mantenerte congruente con ese camino, es revisar recurrentemente que no te estás desviando o, que las desviaciones que has tenido que tomar, al final se conectan con el camino principal o se vuelven el camino principal hacia el mismo destino.

Aunque, también es posible que durante cada una de esas revisiones, te des cuenta que inclusive es importante redifinir o contextualizar el objetivo primero. No debes de sorprenderte, recuerda que lo que tu eras y sabías el día 1 de tu viaje, es diferente a lo que sabes y eres en el día 5, 10 o 15. Y por la experiencia, será diferente a lo que aprenderás en 1 mes de camino o más. En esos momentos, si puedes realizar una revisión más a detalle podrías inclusive tener que redifinir, detallar o modificar del todo tu objetivo principal.

No tengas miedo, (Brown, 2019) “es mejor fallar pronto para obtener los resultados más rápido.” Y, si de plano se te complica demasiado, búscate una persona profesional y de confianza que te permita estar siempre verificando que no caigas en la ceguera de taller. Un coach de vida, de negocios, de deporte, financiero, etc., siempre es una buena opción.

Has un recuento de las cosas buenas y malas.

Cada trimestre cuando mucho, procura realizar una inspección de todas las cosas que te han paso en tu aventura. Si claro, en la aventura de estar luchando cada día por la mejora continua. Por hacer a un lado la ceguera de taller. Es posible, que te des cuenta que has enfrentado y ganado más de una batalla que posiblemente, que bajo otras circunstancias hubiera sido imposible que siquiera lo hubieras intentado.

Por eso, es importante separar las grandes hazañas en pequeños pasos. Dar un paso cada vez, pero de manera inexorable. También, como nada es perfecto, tendrás frente a ti un grupo de cosas en las que has fracasado. Si lo miras de otro modo, será una cantidad increíble de grandes oportunidades de aprendizaje. Analiza:

  • ¿Por qué salio mal en primera instancia?

  • ¿Cómo pudiste hacer que no fuera así?

  • ¿Es probable que te vuelva pasar?

  • De ser así, ¿cuáles serán los cambios que harás?

Nunca, por ningún motivo te des por vencida.

La ceguera de taller te puede costar mucho si no la identificas a tiempo. En el mejor de los casos, lo que pierdas puede ser tiempo. En el peor, terminar habiendo caminado toda la ruta solo para darte cuenta que no era lo que esperabas. Para evitar caer lo más posible en las manos de éste enemigo, procuremos estar siempre visualizando toda la película. También, debemos de alejarnos del liderazgo que pretende micro administrar, porque puede estarse acercando a una espiral de caída sin retorno.

Lo que debemos procurar, es no bajar la guardia. Crear una forma de trabajo que nos permita estar cuestionando de forma consistente aquello que hacemos. Si ésa forma de resolver una situación, aun es válida. Por el contrario, si no lo realizamos y buscamos un proceso de mejora continua, es muy probable que terminemos fallando en la misión más importante de nuestras vidas, la vida misma.

¿Quieres evitar la zona de la ceguera de taller?

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