La cultura organizacional define todo lo que tu empresa es y entrega a tus clientes. ¿Cuál es el trabajo que tienes que hacer dentro de tu área o empresa para que ésta mejore continuamente y alcance mayores resultados cada día?Afortunadamente, las grandes empresas nos han venido dando lecciones de negocios que, si las organizamos adecuadamente, nos permiten crear un marco de referencia sobre el cual podemos construir una cultura organizacional exitosa.
Es posible, que existan muchos más hábitos para una cultura organizacional exitosa, pero los que te comparto a continuación son muy efectivos si los pones en acción de inmediato y evidentemente, mides sus resultados:
Primer hábito. Una cultura organizacional exitosa debe estar basada en datos reales.
Por un lado, debemos desechar el radio pasillo de nuestra área u organización. En palabras de Ileana Caschi (2017), se puede definir radio pasillo como “los rumores o suposiciones que se apoderan de la mente de los colaboradores, y casi siempre llegan a los oídos de los empleados por malos manejos de la información.” Es imposible que tu cultura organizacional sea exitosa si existen rumores o chismes que dictan las acciones de la compañía. ¡Acaba con eso de inmediato! ¡No lo fomentes y pon un alto cuando lo identifiques!
Por otro lado, provee lo necesario para que en tu ámbito de responsabilidad, las decisiones y acciones estén basadas en datos. Es decir, pugna porque toda tu organización sea data-driven, o aquella que tiene como hábito la generación de datos en diversos ámbitos y su difusión para mejorar la toma de decisiones e implementación de acciones correctivas. Crea información, datos, estadísticas, etc., úsalos y comunícalos consistentemente.
Segundo hábito. La comunicación efectiva y asertiva es el siguiente componente de la cultura organizacional exitosa.
Del paso anterior, entendimos lo importante que es eliminar de nuestra organización los rumores o falsedades. Pero, si no sustituimos ese hueco con algo mejor, muy probablemente dejaremos nuestra cultura organizacional vulnerable a la penetración de información errónea o mal intencionada. Por eso, es importante que desde la institución se garantice la comunicación efectiva. Es decir, asegurar que el mensaje que se quiere proponer sea difundido de la forma correcta y en el tiempo correcto.
Sin embargo, eso solamente no basta. Adicionalmente, debemos de confirmar que el mensaje que hemos enviado, sea el correcto. Dicho de otro modo, que seamos asertivos en la forma en que nos comunicamos. Y ésto lo logras, cuando efectivamente divulgas la información correcta y además das espacios, fomentas y obligas a que las líneas de mando difundan correctamente las cosas. Además, que confirmen que se entendió la información.
Tercer hábito. Uso de la inteligencia emocional a todo lo largo y ancho de tu organización.
(García Fernandez y Giménes Mas, 2010) ”La inteligencia emocional se basa en las siguientes competencias:
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Autoconocimiento.
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Autocontrol.
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Automotivación.
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Empatía.
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Habilidades sociales.
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Asertividad.
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Proactividad.
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Creatividad.”
De éstas, se ha tratado ya la asertivdad como la comunicación que emites por palabras y acciones. Pero, no solamente podemos desarrollar una competencia, sino que debemos de trabajar en todas y de preferencia, simultáneamente. Y es ésta encrucijada, que ha llevado a grandes compañías a crear su departamento de consciencia plena que permite dotar a los miembros de la organización de las herramientas para cumplir las primeras tres de las competencias listadas.
Adicionalmente, creo que podemos agrupar las siguientes (Empatía, Habilidades sociales y Proactividad) en un grupo especial. Deberás identificar a quienes tienen las peores habilidades sociales y buscar que desarrollen su empatía. Alguien empático, no puede ser grosero con sus semejantes y tampoco dejar de ser proactivo porque daña a la cultura organizacional. Dejamos la creatividad para más adelante.
Cuarto hábito. Retroalimentación efectiva de los líderes hacia toda la organización.
Dar retro, es una de las actividades más valiosas que tenemos los líderes de las organizaciones para fomentar una cultura organizacional exitosa. Supongamos, que comunicaste con asertividad los objetivos de la compañía. Agreguemos, que lograste desarrollar inteligencia emocional en tu equipo pero llegado el cierre de un ciclo (cierre anual, cierre trimestral, evaluaciones del desempeño, etc.) Tu equipo, no termina por saber que hizo bien y que hizo mal.
Para evitar crear dudas en la organización y finalmente, fortalecer la cultura organizacional, da retro a tu equipo. Es así de simple, informales en persona cuales son en tu opinión y con datos, las razones por las que obtuvieron o dejaron en la mesa, premios, reconocimientos, aumentos, etc. Ésto, cierra la pinza de la comunicación efectiva y se refuerza, si desde tu rol de director general, dueño o ejecutivo de alto nivel, ofreces un reporte resumen del estado de la compañía.
Permite que todos tus colaboradores entiendan claramente donde encajan sus esfuerzos y resultados.
Quinto hábito. La cultura organizacional exitosa es aquella que premia lo esperado y corrige las desviaciones.
Evita por todos los medios, que aquellas acciones o resultados que fueron malos trasciendan sin consecuencias. Una cultura organizacional exitosa debe tener, entre sus componentes, un marco de referencia creado por los valores organizacionales que se espera sean seguidos por todos los colaboradores. Con asertividad, habrás definido claramente que significa cada valor y como lo vas a medir.
Por lo tanto, cuando haya una desviación relevante, toma cartas en el asunto, corrígela de inmediato y de forma notoria y drástica. Del mismo modo, pero en sentido opuesto, cuando un colaborador o equipo de colaboradores, represente contundentemente lo que se espera de toda la organización, debes ser claro en el premio, inclusive si éste es para toda la compañía. Porque al final, éso es lo que esperas que suceda, que todos adopten tu cultura organizacional y la lleven a sus últimas consecuencias.
Sexto hábito. Redición de cuentas, la clave final para crear una cultura organizacional exitosa.
Este hábito, es una conjunción de muchas de las cosas antes mencionadas. Por un lado, las mediciones concretas y objetivas proveídas por los datos obtenidos de cada punto relevante de las áreas. Por otro lado, la retroalimentación que des y recibas de y a tus compañeros de trabajo y finalmente, contrastar todos los resultados con lo que inicialmente se esperaba de ti y verificar que efectivamente, hayas cumplido con aquellas cosas básicas por las que estás en el lugar que ocupas.
El hábito del rendimiento de cuentas, es quizá el más importante y el que debe de estar más difundido y tu, debes de ser un promotor del mismo. La razón por la cual todo lo anterior funcionará, es porque desde tu puesto de liderazgo reconoces las cosas bien hechas, las mal hechas, y pones acciones correctivas en el camino. Pero empiezas contigo mismo, desde un punto visible te exiges cuentas y rindes cuentas a tu equipo y a las partes interesadas. Ésto refuerza de forma increíble tu liderazgo y la cultura organizacional exitosa.
Séptimo hábito. Mejorar continuamente es un pilar fundamental de una cultura organizacional exitosa.
Con todo lo descrito anteriormente, podemos concluir que una cultura organizacional exitosa dista mucho de ser un ente fijo. Por el contrario, partiendo desde el simple hecho que todo debe estar basado en datos, la evolución de los mismos requerirán la toma de decisiones y acciones que correspondan para mitigar riesgos o aprovechar oportunidades.
El componente social, entendido en la inteligencia emocional, la comunicación asertiva y la rendición de cuentas (pero en general, en todos los hábitos listados) tampoco te permiten que la cultura organizacional sea fija. Por el contrario, el objetivo de todos los hábitos mencionados debe de permitirte que, junto contigo y tu equipo, ésta vaya evolucionado y adaptándose sistemáticamente al entorno y con ésto, sobresalir del resto que no logró hacerlo. Así es cómo, éstos hábitos, te permiten crear una cultura organizacional exitosa.
Referencias
- Caschi, Ileana (2017). Qué es radio pasillo y cómo combatirlo. Ileana Caschi. Accesado el 13 de Enero de 2020 en https://ileanacaschi.com/que-es-radio-pasillo-y-como-combatirlo/
- García Fernández, Mariano y Giménez Mas, Isabel (2010). LA INTELIGENCIA EMOCIONAL Y SUS PRINCIPALES MODELOS: PROPUESTA DE UN MODELO INTEGRADOR. Espiral, cuadernos del profesorado.
- Foto de Tim Savage obtenida en Pexels